Puede que sean los relevos generacionales de dos leyendas vivas del fútbol español, Granero (1987) por qué no puede ser el sucesor de Xabi Hernández (1980) e Isco (1992) podría serlo de Iniesta (1984). Y lo que puede ser aún más extraordinario, ¿podrían coincidir los cuatro en la selección absoluta? Los cuatro en el campo es ciertamente complicado pero no me parecería tan extraño que acudieran al próximo mundial en la lista del seleccionador. Granero ya sería internacional absoluto si jugara más en su equipo (lo digo sabiendo muy bien lo que digo) y sobre Isco parece evidente al menos para mí, que terminará dentro de muy poco en un club más grande que el Málaga.
España afortunadamente tiene una filosofía de juego desde hace algunos años que le han hecho ser respetados por todo el mundo futbolístico y los títulos han ratificado esa extraordinaria manera de entender el fútbol. Todo el planeta identifica al perfil de futbolista español de los últimos años como, débil, no extremadamente rápido, ligero, pequeño y con un talento y descaro desbordantes. ¿Alguna otra combinación de cualidades denota mayor capacidad para proporcionar espectáculo como ésta? La respuesta para mí entender es evidente, No. Es cierto que existen muchos perfiles válidos de futbolistas para jugar a fútbol porque el fútbol en sí es bonito lo mires como lo mires pero haciendo honor al nombre de este Blog, “El fútbol es talento”, talento físico-técnico-táctico-psicológico podría especificarse, dividirse, pero mejor es mezclarlo todo, agitarse y ¿Qué resulta? Pues eso, Isco y Granero por ejemplo…
Nunca trataré de desmerecer perfiles como el de Ramos o Puyol, absolutamente necesarios en un equipo, simplemente toca hoy hablar de lo más identificativo a mi entender del actual fútbol español. Tampoco voy a desmerecer el sello como entrenador de Luís Aragonés al que el talento técnico-táctico de una generación de futbolistas le obligó a consentir su desboque para terminar ganando la Eurocopa. Todos le habremos escuchado en algún momento elogiar la “preparación física de base” de los alemanes, por ejemplo, echando en falta que los españoles no estuvieran a su altura. Pero por encima de todo, alabo la sensatez, la humildad, la sabiduría, la capacidad para gestionar recursos humanos de talento descomunal y su manera de entender el fútbol en el que el FUTBOLISTA, con mayúsculas, es el auténtico protagonista de este juego, admiro y observo el futuro con tranquilidad al ver a Vicente del Bosque como seleccionador nacional porque Isco y Granero serán los sucesores.