domingo, 29 de julio de 2012

JJ.OO. La selección española olímpica de fútbol confirma el ridículo.

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Segundo partido de los Juegos de nuestra selección y a casa, ya se dejaba entrever desde su primer partido de preparación en la que la selección de Senegal (0-2) le pintó la cara con la excusa de que faltaban los tres campeones de Europa, Alba, Javi Martínez y Mata. Contra México, un único gol de Javi Martínez escondió los tremendos males de esta selección con fantásticos jugadores y un muy deficiente seleccionador. Bajo mi punto de vista creo que a España le ha faltado liderazgo desde la dirección técnica, Luis Milla mostró sus debilidades al no sacar un rendimiento medianamente decente con el nivel de estos jugadores y si además le pones al lado a un extasiado Lopetegui, embriagado de éxito reciente con la sub-19 y al que se le veía más para la foto de banquillo que aportando opiniones más o menos sensatas al seleccionador pues apaga y vámonos. No se les pedía el oro, ni la plata ni el bronce diría yo, únicamente se les podía pedir que salieran desde el primer momento a hacerse valer, a no sacar pecho por ser quienes somos y sí a pelear con entusiasmo por dar continuidad a los éxitos de España en fútbol.
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Me ha llamado mucho la atención en los dos partidos disputados por España, la lentitud de sus jugadores, la falta de acierto técnico en pases aparentemente sencillos, la nula organización táctica tanto defensiva como ofensiva y por encima de todo la apatía y la indolencia de unos jugadores privilegiados por el hecho de representar a su país en unos JJ.OO. quienes sólo reaccionaron mínimamente cuando las cosas estaban muy lejos de las espectativas creadas en torno a este equipo. Ahora se puede decir que el árbitro tiene la culpa de todo o la mala suerte y bueno, no diría que son factores que siempre influyen en el desarrollo de los partidos, pero de una imagen como la mostrada en Londres 2012 creo que hay que ser humildes, honrados y honestos para asumir responsabilidades y no culpabilizar únicamente al empedrado.

jueves, 26 de julio de 2012

España roza el ridículo en su debut en los JJ.OO. de Londres.

Tan sorprendente como ver a la selección absoluta ganar competición tras competición en los últimos años con cierta soltura, ha sido el primer partido de la Olímpica en la tarde de hoy, sorprendente no sólo la derrota sino la manera en la que se ha producido. Un equipo español lento con el balón y lentísimo a la hora de solventar las innumerables situaciones de gol que han  tenido los japoneses fruto del desacierto, nerviosismo, exceso de confianza, apatía o llámalo como quieras a la manera de presentarse ante el debut en esta fase previa.
La verdad es que si repasas nombre por nombre de los jugadores del equipo español es para dar miedo a cualquier rival pero lejos de asustarse el equipo nipón ha sacado los colores a una selección española desconocida y desnortada. Ni en un partido de juveniles se ve a una línea defensiva otorgando tantas oportunidades claras de gol como ha regalado España hoy en Escocia.

El país dominador del fútbol mundial ha sido un juguete en manos de jugadores japoneses tan rápidos como pueriles, inocentes, ingenuos y desacertados de cara a gol. Menos mal que Japón no ha aprovechado todas las oportunidades de las que ha dispuesto y bien es cierto que jugar más de la mitad del partido con un jugador más les ha facilitado las cosas pero es que España no ha hecho nada por tratar de revolverse al infotunio del gol encajado y de la posterior expulsión de Íñigo Martínez ni siquiera Luis Milla ha estado acertado con las sustituciones que favorecieran un cambio de rumbo del partido.
En fin, espantosa aparición olímpica del equipo español que aún tiene posibilidades de enmendar este desastroso comienzo.

lunes, 2 de julio de 2012

España no ha inventado el fútbol pero lo ha mejorado. Los azurros ya no son "cazurros".

Se habla de equipos históricos pertenecientes a décadas atrás que vieron los futboleros y que quedaron en sus retinas, en sus mentes y lo hicieron por su juego espectacular independientemente de los éxitos alcanzados por éstos. Parece claro que se añoraba recuperar el tipo de fútbol que los exquisitos consumidores de este deporte pudieron saborear tiempo atrás y España no sólo ha conseguido rescatar el disfraz del hedonista, del amante del juego del fútbol que estaba en la parte más inaccesible del desván sino que lo ha restaurado para mejorar la imagen y el espectáculo que ha ofrecido desde su creación hasta el momento actual. La selección española no sólo está consiguiendo hacer historia, además está desarrollando y está contribuyendo al crecimiento, si es esposible que pueda crecer más, de un deporte como el fútbol, básico en su reglamentación, pero sin embargo sustento fundamental de las emociones de todos los pueblos y civilizaciones globales.

España ha emocionado no sólo al país, sino a todos los amantes del fútbol de salón ridiéndose a la evidencia de los resultados cosechados por un equipo con la pretensión y empeño por "tener el balón" más tiempo que su rival. La Italia del 82 no quedó nada más que en el palmarés, que ya es bastante, y quién sí que permanece en las mentes nostálgicas como equipo de ensueño en ese mundial fue Brasil que desafortunadamente sucumbió ante el juego y la fortuna del por entonces, rácano, directo y feo equipo italiano. Afortunadamente han cambiado los tiempos y los azurros han dejado de ser "cazurros" (dicho sea con todo el respeto) para unirse a una filosofía más pro fútbol, más española. Los italianos no deben llorar la derrota en la final de la eurocopa porque ellos también ganaron de alguna forma y se les debe dar la enhorabuena por la modificación mejorada de su propuesta de juego. En el palmarés quedan los campeones y los buenos equipos pasan a ser históricos, la selección española, ha roto moldes porque ya aparece en las dos consideraciones al mismo tiempo.