Cuando un técnico tiene a su cargo una generación de futbolistas envidiable y se hace el ridículo de esta manera en una competición de tanta repercusión como son unos JJ.OO., su máximo responsable debe ejercitar o conjugar el tan infrecuente y molesto verbo para un entrenador que es dimitir.
Se puede tener mala suerte en un partido, te pueden perjudicar los arbitrajes y te fastidian de tal manera que tal vez tengas que irte a casa sin merecerlo pero es que la selección española y ningún equipo del mundo puede esgrimir como excusa la mala suerte o las malas decisiones arbitrales hasta en tres partidos. Una de las favoritas para conseguir el oro se va a casa sin ganar un partido y sin marcar ni un solo gol, una de las favoritas de los JJ.OO. da la impresión de que sus jugadores son de tercera división dando una imagen técnica y táctica muy pobre y una sensación de indolencia tan Absoluta como nuestra selección campeona de todo en los últimos años.lavanguardia.com |
Lo más honesto, lo más digno, lo más aconsejable, lo más oportuno y lo más profesional sería que él mismo diera el paso al frente.