Por mucho que digan a posteriori los jugadores del segundo equipo del Madrid, la celebración de uno de los goles del Castilla dejó en evidencia de parte de quien están los jugadores de la fábrica blanca en este affair entre el todopoderoso Mourinho y el aspirante a entrenador del primer equipo Alberto Toril. Puede que ellos desde dentro perciban mejor que nadie el interés real que tiene el portugués por los jugadores jóvenes del equipo filial y por ello hayan tomado partido a la primera oportunidad de demostrarlo por un técnico que ha desarrollado una labor espectacular en su labor de entrenador de jugadores en formación.
Los canteranos del Madrid se han decidido por estar al lado del técnico del futuro, del entrenador que les ha amamantado, de quien ha estado más cerca, de forma más directa y con el que muchos han vivido los recientes éxitos de Alberto Toril como entrenador de las categorías inferiores. En definitiva, quieren más a mamá que a un papá que nunca está en casa, que siempre está priorizando sus éxitos profesionales y que ni siquiera saca tiempo para estar en actos institucionales de cierta importancia en donde por cargo que ostenta, sueldo, respeto a las personalidades presentes y a la institución que representa se le debería haber exigido su asistencia. Una vez más, se sale con la suya, con el pretexto de estar concentrado en el partido del Borussia, como si él fuera a jugar.