domingo, 31 de marzo de 2013

El fútbol, el mayor espectáculo del mundo, el soccer todavía no.

  Mi reciente experiencia en Estados Unidos me permite tener una visión algo más clara de la manera en la que el fútbol es entendido en América del Norte. Aparentemente es el mismo juego pero si hasta el nombre allí es distinto al mundialmente conocido, te hace intuir que serán algunas las diferencias que deben existir entre soccer y fútbol. La enorme extensión en erritorio y habitantes de un país como EE.UU hace que haya "gente pa tó". El soccer se sostiene gracias a los latinoamericanos que emigraron en su día y que se resisten a perder sus costumbres originarias, al menos en gustos deportivos (y también culinarios). La práctica del soccer permite a la comunidad latina integrarse, o no, en una sociedad estadounidense algo más escéptica respecto de la diversión que supone jugar a soccer como alternativa a deportes absolutamente arraigados como el baloncesto, fútbol americano o béisbol.
 
El soccer seguirá creciendo en este país porque llama poderosamente la atención que en las universidades públicas y privadas, en las high schools, middle schools y hasta en las escuelas elementales, las ostentosas instalaciones deportivas de las que disponen, guarden su espacio al soccer. Los estadounidenses consideran el soccer como algo "cool" y practicarlo no es nada barato pero sin embargo asequible para las economías familiares. Son muchas las escuelas creadas ante tanta demanda que se dedican a la enseñanza de este deporte con una sorprendente aceptación en el género femenino. A las niñas les encanta y también a los niños formando equipos en estas academias que imparten una metodología de entrenamiento algo rudimentaria por parte, en muchas de ellas, de entrenadores latinos, anglosajones e incluso atrevidos técnicos autóctonos. Está muy extendido el entrenamiento personal a jugadores que realizan técnicos titulados o no, pero que gozan de suficiente credibilidad para que unos aprendan soccer y sean más "cool" y otros puedan generarse vías de ingresos extraordinarios.
Ser un buen "soccer player" incluso puede llegar a ser una excusa para gozar de una beca de estudios universitarios en donde lo que menos importa es que quieras estudiar, lo que interesa es que proporciones habilidades futbolísticas para que por un lado, el equipo universitario progrese en las competiciones respectivas y por otro, puedan los jugadores tener una salida hacia las ligas profesionales americanas.    

 
Lo de las competiciones de soccer en este país es verdaderamente difícil de entender. La máxima categoría es la MLS, pero al parecer está al margen de la FIFA. Los intereses privados, la cultura y porqué no decirlo, la soberbia norteamericana, lleva a este país a un desbarajuste en donde por ejemplo, en otra de esas competiciones, la NASL, este año participarán doce equipos en la liga que comienza este mes de marzo, en la que al menos ocho de esas doce franquicias, pertenecen al mismo dueño. En Europa es obvio que una circunstancia como esta no está permitida.
Lo más importante, en este país también hay talento futbolístico, sobre todo de origen latino. Es un mercado por descubrir por este motivo y porque existe un interés desmesurado en las gentes por consumir fútbol (soccer) e invertir en él.

http://www.nasl.com