martes, 30 de abril de 2013

A Juanito no le gusta el espíritu de Mourinho.

Un hombre como Mourinho que se cree el dios supremo del mundo futbolístico, no merecía jugar una final de Copa de Europa, él sí que no es digno de representar por más tiempo al club blanco. Un entrenador que se considera más importante que los jugadores, más importante que un club como el Real Madrid, un técnico que tiene indiscutibles cualidades para dirigir a grandes futbolistas pero que siempre se ha mostrado irrespetuoso, beligerante, tirano, soberbio, altivo, maleducado y diría hasta xenófobo dentro de su "cortijo" que le han consentido que sea quienes dirigen el club más grande del mundo y sin embargo tan indulgente con quienes le han bailado el agua por el hecho de ser compatriotas o por puro agradecimiento de quienes han sido fichados por él para el Madrid.
Como bien decía él antes de jugarse la vuelta, ha fracasado, y como ha fracasado tiene que marcharse y con él el presidente del club Florentino Pérez, que tanto le arropó, por el que tanto apostó, más confianza que ha tenido en Mou no la ha tenido con todos los entrenadores juntos precedentes durante su presidencia.
Este señor ha conseguido que en la grada se gritara el "sí se puede", acuñado grito de hinchadas menores (con todo respeto). Este señor ha conseguido que en muchos madridistas de corazón exista el deseo de que el club no llegue a la final para que se marche su entrenador y así dejar de desprestigiar a un club infinitamente más grande que él, y que cualquiera. Puede que más de un jugador de su propio equipo haya sentido algo parecido porque dentro de la plantilla de jugadores hay madridistas de verdad, que lo sienten y que saben muy bien el mal que está haciendo a esta entidad en todos los sentidos. El trato que ha recibido Casillas, sin ir más lejos, ¡capitán del Madrid! no tiene perdón.

De todas formas estoy tranquilo porque Mourinho no tiene ansiedad, como bien dijo antes del partido de ida de las semifinales, así que ahora no tiene por qué combatirla. Ahora lo que se espera de The Special One es que sea tan especial, que tenga un mínimo de dignidad y se marche a coleccionar Champions a otro sitio. Ha quedado demostrado que a Juanito no le gusta el espíritu de Mourinho porque Mourinho sólo mira por sí mismo y el gran Juan Gómez tenía la sangre blanca.

martes, 23 de abril de 2013

Guardiola se sube a caballo ganador...una vez más.


Guardiola es un gran entrenador (mejor persona, que dirían algunos), quiero empezar por ahí. Le ha bastado una temporada como entrenador del Barça B con el que fue campeón de tercera y ascendió a Segunda División B para obtener el crédito suficiente además de estar en el momento más adecuado para entrenar a un primer equipo del Barcelona que agotaba un ciclo con Frank Rijkaard.
Está en el momento adecuado y viene de conseguir un brillante resultado en su primer año como entrenador profesional. La junta directiva probablemente motivada también por su intención de no hacer una inversión demasiado elevada se fija en él, tiene muchas papeletas para ser el futuro entrenador del primer equipo para el que trabaja pero, será cuestión de unas temporadas más una vez que haya adquirido la experiencia que se le supone tiene que tener el máximo responsable técnico de un club como este. Sin embargo, después de no fructificar algunas negociaciones con otros técnicos más experimentados, entre los que al parecer estaba Mourinho, se vuelve a fijar la mirada en Pep Guardiola pero esta vez sólo se le ve con los buenos ojos que se debe mirar a quién ha sido capitán durante años de la primera plantilla en donde estuvo once temporadas como jugador. Además fue 47 veces internacional con ESPAÑA. La apuesta era arriesgada por la falta de experiencia como entrenador a todos los niveles pero se trataba de un emblema, de una bandera del club catalán del que fue recogepelotas mientras jugaba en el fútbol base. Quién iba a trasmitir mejor la filosofía de un club y su estilo de juego que alguien que había vivido todo lo que había que vivir y más, para optar a una concesión de responsabilidad tan prematura a un novato de los banquillos pero experimentado conocedor de la cultura blaugrana.
Se convierte en entrenador del Fútbol Club Barcelona durante cuatro temporadas sembrando incertidumbre sobre su continuidad año tras año, esgrimiendo un hipócrita desapego al cargo cuando en realidad esperaba el momento de salir del club poco antes de la caída inexorable de un grupo de jugadores tan extraordinario como para ser considerado seriamente el mejor equipo de la historia del fútbol y que le iba al mismo tiempo engrosando su palmarés como entrenador, título tras título. Se adelantó al declive del grupo porque siguen ganando sin él a día de hoy.

Guardiola es un gran entrenador, quiero acabar como empecé para que quede claro lo que pienso, que ha sabido dirigir a un gran grupo de jugadores dando continuidad a un estilo de juego arraigado desde hacía años al que añadió su conocimiento y experiencia de futbolista profesional e incorporó valientemente a jugadores inexpertos (como él) que venían de la tercera división del fútbol.
Ahora, después de un año sin entrenar decide aceptar una oferta de un club como el Bayern de Munich que acaba de ganar la Bundesliga, que está en la final de Copa de Alemania y que juega semifinales de Champions League precisamente contra su equipo de toda la vida. Guardiola, una vez más, se sube a caballo ganador, no por su multimillonario salario sino por lo grande que es el club al que llega y las posibilidades para ampliar su colección de títulos que este le ofrece, eso sí, difícil  tendrá mejorar los resultados que está dejando Jupp Heynckes.

lunes, 22 de abril de 2013

¡Sí se puede!....¡No se debe!


Nos acordamos de lo que "se puede" pero no hablamos de lo que "se debe" hacer. Estoy hasta el gorro de los eslóganes sobre utilizados que en un momento sirvieron para cumplir objetivos políticos o deportivos y de la falta de imaginación para inventar otros. Apropiarse de esas frases que arengan a colectivos van dejando de tener fuerza con el paso del tiempo además si tenemos en cuenta a todos los que creen que también pueden y que resultan ser rivales con la misma intención, aún más estéril parece la frase en cuestión.

En mi opinión "No se debe": 

  1. Menospreciar ni sobrevalorar a un entrenador de forma oportunista.
  2. Poner las entradas casi el doble de caras en España de lo que son en Alemania.
  3. Permitir a un entrenador por muy especial que se crea que es, poner patas arriba al club más laureado del fútbol mundial.
  4. Permitir a la UEFA que dirija marionetas para que éstas favorezcan la colocación en semifinales a los equipos que les resulten más convenientes.
  5. Pensar que es "buen entrenador pero mejor persona".
  6. No se debe dar cobertura mediática a los aficionados que acuden a los entrenamientos o al final de los partidos a recriminar irrespetuosa y desmesuradamente a los jugadores de su equipo.
  7. Dar impresión de ostentación por parte de futbolistas y ciertos clubes, especialmente en momentos en los que económicamente la mayor parte de los españoles lo estamos pasando muy mal.
  8. Dar crédito a un presidente que se da un baño de masas en la sede de una peña lanzando aseveraciones sin creérselas ni él mismo.
  9. No se debe uno fiar del mismo presidente que amenaza de manera velada a uno de los jugadores más representativos de la plantilla diciéndole más en serio que en broma que si no ganan un título, a lo mejor no cobran.
En fin, se me ocurren estas circunstancias aisladas que no "se deben"  permitir dentro del fútbol profesional pero lógicamente hay infinidad de ellas más para poder aburrir al personal cosa que no pretendo.

Ahora resulta que hay quien se pregunta por qué ha estado tanto tiempo sin entrenar Fernando Vázquez pero al mismo tiempo se crucifica a Jiménez por la trayectoria que está teniendo el Real Zaragoza cuando la temporada pasada era "San Manuel".
Lo del precio de las entradas en el fútbol español es de vergüenza casi tan vergonzoso como ver la permisibilidad de un presidente hacia su entrenador que hace simplemente lo que le sale de los huevos porque se considera más importante que la propia institución deportiva a la que desgraciadamente representa. El asedio a un club como el Málaga no se debe tolerar tampoco, por su sanción administrativa de cara a la próxima temporada ni tampoco por su castigo deportivo sufrido recientemente en Alemania, tan indignante como que a un entrenador le digan lo gran persona que es por encima de su valor profesional.
Los aficionados deberían clamar contra los dirigentes de los clubes que están consiguiendo vaciar los estadios y no contra los futbolistas o entrenadores que pierden muchas veces simplemente porque esto es un juego, ahora eso sí, éstos debían de cuidarse de no proclamar a los cuatro vientos que para ellos no existe la crisis económica con ciertas conductas que quedan a la vista de todos.
Respecto al octavo y noveno puntos, todo tiene un comienzo y todo tiene un final para ganar o perder definitivamente la credibilidad respecto a los demás mortales.

martes, 9 de abril de 2013

Para ser "un grande", primero hay que sufrir decepciones, injusticias y atracos.


El fútbol es justo al menos a largo plazo, creo que tenemos infinidad de ejemplos en la historia mundial de este deporte. Lo que le pasó anoche al Málaga no fue que el fútbol sea cruel a veces, que lo es, lo de anoche fue un atraco a mano armada en toda regla. Los dirigentes del fútbol europeo, esos sí que son crueles y muchas más cosas que te hacen pensar mal sobre la élite del fútbol. A mí se me quitan las ganas de ver partidos en donde todo está premeditado, dirigido, viciado, preparado, arreglado...Mientras el nuevo en este circo del fútbol continental, el Málaga, sufre los rigores de los mandamases de la UEFA, al otro lado de Europa, el conocido como "The Special One", saluda y felicita efusivamente hasta a las farolas, contento por pasar mediocremente a las semifinales de la máxima competición europea con el club más laureado del mundo, con el rey de la competición. O como diría él, es el Real Madrid quien le acompaña a la siguiente ronda. Lejos quedan los reproches a la UEFA y a sus títeres disfrazados de árbitros a los que ahora les hace guiños aprobando su actuación, ahora toca callarse o incluso con esos gestos postpartidos engrandecer sus decisiones. Ahora es al Málaga al que le toca sufrir los caprichosos propósitos de los que mandan en el fútbol, también a los jugadores, entrenador y a la extraordinaria pero escéptica afición malaguista.
¡Enhorabuena Málaga!