martes, 9 de abril de 2013

Para ser "un grande", primero hay que sufrir decepciones, injusticias y atracos.


El fútbol es justo al menos a largo plazo, creo que tenemos infinidad de ejemplos en la historia mundial de este deporte. Lo que le pasó anoche al Málaga no fue que el fútbol sea cruel a veces, que lo es, lo de anoche fue un atraco a mano armada en toda regla. Los dirigentes del fútbol europeo, esos sí que son crueles y muchas más cosas que te hacen pensar mal sobre la élite del fútbol. A mí se me quitan las ganas de ver partidos en donde todo está premeditado, dirigido, viciado, preparado, arreglado...Mientras el nuevo en este circo del fútbol continental, el Málaga, sufre los rigores de los mandamases de la UEFA, al otro lado de Europa, el conocido como "The Special One", saluda y felicita efusivamente hasta a las farolas, contento por pasar mediocremente a las semifinales de la máxima competición europea con el club más laureado del mundo, con el rey de la competición. O como diría él, es el Real Madrid quien le acompaña a la siguiente ronda. Lejos quedan los reproches a la UEFA y a sus títeres disfrazados de árbitros a los que ahora les hace guiños aprobando su actuación, ahora toca callarse o incluso con esos gestos postpartidos engrandecer sus decisiones. Ahora es al Málaga al que le toca sufrir los caprichosos propósitos de los que mandan en el fútbol, también a los jugadores, entrenador y a la extraordinaria pero escéptica afición malaguista.
¡Enhorabuena Málaga!