lunes, 2 de julio de 2012

España no ha inventado el fútbol pero lo ha mejorado. Los azurros ya no son "cazurros".

Se habla de equipos históricos pertenecientes a décadas atrás que vieron los futboleros y que quedaron en sus retinas, en sus mentes y lo hicieron por su juego espectacular independientemente de los éxitos alcanzados por éstos. Parece claro que se añoraba recuperar el tipo de fútbol que los exquisitos consumidores de este deporte pudieron saborear tiempo atrás y España no sólo ha conseguido rescatar el disfraz del hedonista, del amante del juego del fútbol que estaba en la parte más inaccesible del desván sino que lo ha restaurado para mejorar la imagen y el espectáculo que ha ofrecido desde su creación hasta el momento actual. La selección española no sólo está consiguiendo hacer historia, además está desarrollando y está contribuyendo al crecimiento, si es esposible que pueda crecer más, de un deporte como el fútbol, básico en su reglamentación, pero sin embargo sustento fundamental de las emociones de todos los pueblos y civilizaciones globales.

España ha emocionado no sólo al país, sino a todos los amantes del fútbol de salón ridiéndose a la evidencia de los resultados cosechados por un equipo con la pretensión y empeño por "tener el balón" más tiempo que su rival. La Italia del 82 no quedó nada más que en el palmarés, que ya es bastante, y quién sí que permanece en las mentes nostálgicas como equipo de ensueño en ese mundial fue Brasil que desafortunadamente sucumbió ante el juego y la fortuna del por entonces, rácano, directo y feo equipo italiano. Afortunadamente han cambiado los tiempos y los azurros han dejado de ser "cazurros" (dicho sea con todo el respeto) para unirse a una filosofía más pro fútbol, más española. Los italianos no deben llorar la derrota en la final de la eurocopa porque ellos también ganaron de alguna forma y se les debe dar la enhorabuena por la modificación mejorada de su propuesta de juego. En el palmarés quedan los campeones y los buenos equipos pasan a ser históricos, la selección española, ha roto moldes porque ya aparece en las dos consideraciones al mismo tiempo.