No siempre se suele acertar cuando diriges a un futbolista infantil y tu club necesita saber si consideras que tiene una buena proyección o no la tiene. Debo ser honesto, reconocer y desvelar que cuando
Domínguez estaba en mi equipo infantil del Real Madrid, no fue incluido en el informe que tuve que redactar para el club en donde debíamos pronosticar sobre los cinco jugadores, a nuestro entender, con mayor proyección del grupo de nuestra responsabilidad. No le incluí tampoco en la lista que jugó el famoso torneo internacional de Navidad de 2001 organizado por Canal +, torneo este, a donde suelen acudir en su etapa infantil las perlas de los equipos punteros de España y Álvaro no estuvo allí porque consideraba que había jugadores de mayor rendimiento por entonces, además que posicionalmente no encajaba en la lista definitiva que debía competir por ganar tan prestigiosa competición.
Es la gran encrucijada en la que los clubes grandes en sus categorías inferiores están sometidos, apostar por el
rendimiento a tempranas edades y de esta forma ser muy competitivos para ganar muchos torneos que engrandezcan su trabajo de cantera, o por otro lado, decantarse únicamente y por encima de todo por la
proyección de sus jugadores aun ofreciendo estos menor rendimiento en su etapa de formación. Obviamente, lo ideal es que ofrezcan ambas cosas en cada momento de su realización como deportistas pero hay jugadores que no se terminan de desarrollar hasta más tarde o incluso necesitan otro entorno para favorecer ese crecimiento. Me eximo de la responsabilidad de la baja del
Real Madrid a Domínguez, yo ya no estaba en el club, todo sea dicho. Álvaro entonces como otros, llama a la puerta del vecino, el Atlético, que le acoge de buen grado bajo su disciplina hasta llegar a convertirse a base de trabajo, confianza, humildad, constancia y disciplina en uno de los capitanes de uno de los equipos más importantes además de ser
internacional sub-21 con España. Más recientemente, coincidiendo los dos en las categorías inferiores del
Atlético de Madrid y habiendo debutado él ya con el primer equipo, me dijo, _¡Míster, te acuerdas de "fulanito y menganito", lo que apuntaban para convertirse en profesionales cuando estábamos en el Madrid, pues mira dónde están y dónde estoy yo!
Domínguez, ha dado una tremenda lección a todos aquellos futbolistas que salen subestimados de grandes clubes, y es que cuando a uno le dicen que no vale en un sitio, si tiene confianza sobradamente en sí mismo terminará por demostrar en otro lado en donde aprecien mejor sus facultades, que realmente sí valía. Álvaro es central zurdo, de esos que son una especie en extinción.
Por cierto, ¿No es mejor Domínguez que Miranda?, ¿Por qué contra Levante, en un partido tan importante, no juega el futbolista español?
