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Me decepcionó tanto Rusia sobre el campo como fuera de él teniendo como protagonistas a sus aficionados. Un equipo que se digne a ser candidato a ganar la competición no puede tener un error tan grave en la prolongación de la primera parte que permita a Grecia por medio de su capitán Giorgos Karagounis anotar el gol que a la postre le diera el sorprendente paso a cuartos de final a su equipo. Me decepcionó también un venido a menos Andrey Arshavin que en ningún momento fue capaz de tirar del carro de su equipo cuando las cosas pintaban peor. A Rusia se le apagaban las luces cuando se acercaba al área rival y además dejaba que los griegos se aproximaran con peligro más que suficiente como para resolver el partido en más de una ocasión. Los rusos la tuvieron en un cabezazo de Dzagoev cuando el partido agonizaba pero no iban a tener la suerte que siempre se le atribuye al equipo campeón.
En definitiva, tan decepcionante Rusia sobre el campo como las batallas campales protagonizadas premeditadamente por sus aficionados en los aledaños al estadio en partidos precedentes. El fútbol tiene cabida para todas las formas de entenderlo y Grecia supo desquiciar a un congelado mentalmente equipo ruso jugando replegado para restarles espacios a sus oponentes, salir al contraataque o bien aprovechar alguna jugada aislada como finalmente sucedió. En la clasificación de Grecia tiene un protagonismo soberbio el jugador del Celtic de Glasgow Giorgos Samaras, que hizo un trabajo espectacular para su equipo.
http://www.marca.com/tv/?v=ejEBZCeh428 resumen del partido Russia - Greece