Como ya sucediera con Pelé, el mejor jugador brasileño de todos los tiempos, nos quedaremos con las ganas de ver a Neymar en Europa por muchos motivos. El primero y el más importante es la nostalgia que él sabe que no podría soportar al verse lejos de su familia. Lo sabe porque ya lo experimentó cuando con trece años estuvo en Madrid probando en la casa blanca y al tercer día su padre tuvo que hacerle volver al echar de menos a su madre y todo lo que le rodeaba en su ciudad natal. Las experiencias traumáticas y más en niños dejan huella para siempre eso le pasa al brasileño. Además, el reconocimiento que ha conseguido en su propio país desde que decidió volver, él sabe que difícilmente va a conseguirlo en Europa en donde se defiende de otra forma, en donde su juego no tendría la misma espectacularidad "consentida". No debemos quitarle mérito, él solito se ha convertido en una estrella, primero de su club y después de su selección a base sobre todo de goles de extraordinaria belleza.
A Messi le pudo pasar lo mismo pero el Barcelona previendo consecuencias irreparables respecto al desarraigo de un niño de trece años, decidió con inmejorable criterio llevarse con él a toda su familia detrás y no dar pie a esos posibles episodios de comprensibles sentimientos pueriles y no tan pueriles. La diferencia en realidad está en que un club apostó de verdad y otro lo hizo de mentira, las consecuencias de estas políticas, filosofías y maneras de obrar de uno y otro club, a la vista están. Me consta que en este sentido el Real Madrid está cambiando a mejor, pero sin embargo está modificando su manera de obrar en otros muchos aspectos, a peor.
Neymar lo tiene todo en Brasil para no encontrar ninguna razón para mudarse a Europa, buenos contratos (no sólo el relacionado con su actividad profesional), juega en un club ganador que le permite estar al más alto nivel y acceder a eso que tanto les gusta decir a los futbolistas de que quieren ganar títulos, vive en su Brasil de siempre con su clima de siempre, con la gente a la que entiende, con su familia, recientemente aumentada para mayor obstáculo a su llegada por aquí, los clubes europeos no tienen mucho dinero y los que lo tienen son de países con un clima muy distinto a lo que Neymar está acostumbrado y difícilmente pudiera soportar mucho tiempo. Llegar al fútbol europeo ahora mismo no es tan apetitoso para un brasileño que lo tiene ya todo sin moverse de casa, en Brasil, un país que está en un momento de gran desarrollo económico en la actualidad y que lo estará sobre todo en el futuro inmediato.
A Europa, Neymar va teniendo cada vez más claro que está bien venir, de vez en cuando de visita, a jugar amistosos con su selección.
El dinero no lo es todo para algunos, a veces puede parecer incomprensible para muchos que hay otras cosas que el dinero no puede proporcionar.
Veremos si Neymar cae en la tentación o cuáles pueden ser sus necesidades y ambiciones futuras, pero todo apunta en que Pelé será su espejo y no un Messi europeizado prematuramente en unas condiciones mucho más favorables para el desembarco al viejo continente.