miércoles, 18 de abril de 2012

José Ramón Sandoval no caza elefantes.


Sandoval "cazando sacadores de banda"._ marca.com
José Ramón Sandoval no caza elefantes en Botswana, de vez en cuando le da por cazar "sacadores de banda", nada más. Fuera de broma, se parece al monarca en que da la impresión de ser campechano, ese adjetivo que siempre le ha acompañado al Rey de España al menos hasta esta pasada semana.
Con tal de defender a su equipo, un entrenador es capaz de hacer lo que sea y yo lo aplaudo, valoro e incluso disculpo porque eso es instinto de entrenador  de fútbol. Mourinho le mete el dedo en el ojo a un colega de profesión y éste le responde con un tortazo, y es que se han visto muchas situaciones en las que el técnico demuestra su instinto de protección, unas más recriminables que otras, desde luego.
Debo confesar que he espiado a un equipo entre matorrales durante un entrenamiento de éstos ante la imposibilidad de haberle seguido recientemente durante la competición cercano a nuestro enfrentamiento, no había cámaras, pero al final me pillaron casi cuando terminaba la penúltima sesión de preparación para jugar contra nosotros. Claro que esta estratagema que me tocó vivir viene motivada por la falta de recursos humanos que colaboraran conmigo para realizar el adecuado scouting del próximo adversario. El técnico al final tiene que buscar formas de defender a su equipo, de trabajar por él, pero ni al entrenador del Rayo ni a mí nos sirvió de mucho porque ambos perdimos el partido.

El entrenador tiene una labor especialmente importante ante la dirección de un equipo y ésta es defenderlo con el alma hasta las últimas consecuencias, eso sí, sin llegar a matar a nadie, ni siquiera elefantes.
Sandoval es de esos entrenadores que da la cara por su equipo, es de esos entrenadores a los que nadie les ha regalado nada y se han forjado un nombre en la élite del fútbol a base de perseverancia, fracasos y sobrada capacidad profesional como no cabe duda que está demostrando durante esta temporada. El único "pero" que le pongo es su exacerbada actitud demagógica con la afición rayista y el desmesurado, a mi entender, halago a sus jugadores y grupo de colaboradores en cuanto tiene ocasión. Creo yo que la confianza en el cuadro técnico y jugadores de los que estás al frente es algo evidente y por tanto innecesario recordar constantemente.

foto google.
No sé a vosotros, pero a mí se me hace difícil ver a José Ramón Sandoval entrenar a un equipo que no sea el Rayo Vallecano de Madrid, ahora bien, suerte que tiene este club de ser dirigido por el debutante entrenador en la liga BBVA. Que lo sea por muchos años porque se lo merecen.