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Vicente del Bosque tomó una decisión ante Italia como es costumbre en él, fruto de su capacidad más que sobrada y después de una profunda reflexión para utilizar los recursos de los que dispone con el fin de aprovecharlos al máximo y en función del rival que tocaba en frente. La decisión fue jugar sin un delantero centro específico que fijara a los centrales italianos y que tratara de finalizar las jugadas provinientes de segundas líneas. Es una alternativa más de las que ofrece el extraordinario equipo español porque los goles pueden venir de muchas otras formas como demostraron Fábregas y Silva. Pero los críticos con el técnico campeón del mundo parece que no tienen en cuenta que el rival también juega y en este caso se trataba de la tetracampeona del mundo Italia, a quienes hay que darles la enhorabuena por el partido tan bueno que hicieron. Los azurros terminaron contentos porque empataron a una casi intratable selección española en los últimos cuatro años, España no acabó contenta pero si debe estar tranquila por el empate porque su estilo de juego se ha instaurado en el planeta fútbol a base de grandes "performances", como dirían los ingleses y por encima de todo de lo que más valor tiene, de títulos. Un estilo de juego que tardó en imponerse ante Italia ya que sólo en los últimos minutos del partido fue cuando los italianos asumieron definitivamente su inferioridad dando por buena esa manera de entender estas competiciones en las que creen que el primer partido no hay que perderlo, el segundo hay que ganarlo y en el tercero de la primera fase se debe especular con el resultado que más convenga.
Aún así, lo más importante es que la selección española sigue mostrando su estilo y dentro de su estilo sus diferentes variantes. Tachar a Vicente de improvisador de planteamientos por no haber ensayado con Cesc previamente me parece una auténtica barrabasada.
Como decía el otro día, ¡Cómo han cambiado los tiempos! ahora un empate contra la todopoderosa Italia nos parece un fiasco para comenzar la competición, esperemos a que concluya y cuando acabe, España puede no haber ganado la eurocopa pero ya, gracias a su estilo, estará siempre entre las favoritas para ganar los grandes torneos.
